EL ULTIMO GRADO DEL SIGNO

Los planetas situados en el grado 29 de un signo son importantes. Cuanto más próximo esté el planeta a los 29 grados 59 minutos, más inestable será, porque está a punto de cambiar de signo, modalidad, elemento, polaridad, y en ciertos casos, también de orientación.
 
Es como si el planeta, al darse cuenta de ello, www.replicas2you.com retrocediera ante lo inevitable. Está «tambaleándose» hacia adelante con el riesgo de caerse al precipicio. Así que se trata de una posición muy voluble.
 
Pero este planeta también puede ser brillantemente creativo, o sea que no debemos verlo como algo negativo. Esto también se extiende al grado 28, dado que ambos grados, son una «zona de penumbra». En ello hay algo mágico y numinoso, algo neptuniano. Es la amenaza del caos y de un cambio inminente: la destrucción se acerca y algo se desestabiliza. Sentimos que la tierra tiembla bajo nuestros pies, y en esos planetas pueden generarse complejos.
 
Tener el ascendente o e Medio Cielo en el grado 29 del signo es importante. Se trata de máscaras, tanto interpersonales como colectivas. Y me están diciendo que hay algo inestable en ese escenario de la vida. Es por una parte un punto voluble, frágil e inconstante, y por otra parte tiene un matiz de algo provisional, de algo que está a punto de suceder, de cambiar. Se aplica especialmente al Ascendente, porque la máscara que mostramos a los  demás es muy importante.
 
Cuando una estrella está a punto de apagarse se convierte en una supernova, estalla con una gran irradiación de luz, porque está en el proceso de autodestruirse para convertirse en algo distinto. Entonces es frecuente que veamos una luz brillante, intensamente resplandeciente, en la expresión de un Sol a 29º de un signo, pero alli hay una fragilidad subyacente.
 
También el grado 0 de un signo es una posición de cambio e inestabilidad potencial, pero de un carácter diferente. Algo nuevo acaba de nacer y no estamos todavía demasiado seguros de cómo encararlo. En realidad el grado 0 es en muchos sentidos muy semejante a Marte, algo engreído y presuntuoso. 
 
Un Mercurio en grado 0 podría actuar como alguien que no para de abrir la boca, y algo sale siempre de alli, a veces brillante, y otras veces un fiasco. El grado 0 y 1 tienen esa dimensión, la de un nacimiento, en cierto sentido, un despertar, una energía Aries. Y el grado 29 aporta el carácter neptuniano de la entropia, de volver a fundirse en el caos.
 
En este sentido, el estudio de las dodecatemorias o dwads es muy útil, ya que nos da más información sobre el grado en cuestión en que se halla situado el planeta. Si se halla en los dos últimos grados y medio de Escorpio, por ejemplo, sabremos que el planeta se halla en grados de pérdida, no sólo por estar al final del signo, a punto de una «transformación», sino porque en este caso, esos dos grados y medio corresponden al signo anterior, al que más le cuesta a Escorpio, que sería Libra.
 
Por tanto, un Marte en grado 28 de Escorpio, estaría en pérdida, no se le podría sacar todo el partido o rendimiento, dado que su dwad es de Libra, y debería muchas veces renunciar al conflicto o a llevar las cosas al extremo, buscando más el acuerdo y medios indirectos para conseguir las cosas.
 
Estos pequeños detalles deben ser tenidos en cuenta en la práctica astrológica, para afinar al máximo en nuestra interpretación.
 
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