De vez en cuando, aparecen en la consulta padres que vienen a hacer las cartas natales de sus bebés, las cuales se convierten en una fuente valiosa de información que ratifica temas o puntos que aparecen en las cartas de los padres, como de posible cumplimiento. Si en la carta del bebé también aparece el dato, el aspecto, la posición, la probabilidad de que el hecho esperado se cumpla es prácticamente del 100%.
La sincronicidad entre las cartas que eligen las almas que conforman las familias es asombrosa, como un caleidoscopio múltiple que muestra de diversas formas el mismo evento.
Aquí presento la carta de un niño nacido el 06.04.20 en Barcelona. Es el primer hijo, y sus padres son jóvenes, por lo que es lógico interesarse por los hermanos que han de venir. Con ese propósito, voy a buscar los indicadores de los hermanos.
El significador universal es Mercurio, y el bebé lo tiene en Piscis, y conjunto a Neptuno, ambos posicionados en la casa 3, casa que precisamente habla de hermanos.
La calidad planetaria de Mercurio es mala, en exilio, y conjunto a Neptuno, se agudiza el posible evento negativo que apunta. Además, tanto Mercurio como Neptuno se hallan en oposición a la Luna, algo que después veremos en la carta de la madre, como muy relevante.
Si nos fijamos en los regentes de la casa 3, que abre Piscis, son Júpiter y Neptuno. Júpiter también está en caída en Capricornio, y realizando tres conjunciones, a Plutón, Saturno y Marte, nada positivas, dado que en este stellium manda Saturno. Neptuno tiene calidad por signo pero no por casa, ya que se haya en caída accidental en la casa 3, y ya he visto bastantes veces esta posición en personas que pierden un hermano.
Vamos con la carta de la madre:
Mercurio es el planeta regente de la casa 5, que abre Virgo. Se va al 29º37’ de Acuario, grado de pérdida, y que es saturnino. Precisamente, ese Mercurio, está conjunto a Saturno, lo que ya muestra una prueba que la realidad va a enviar. La cuadratura de ambos a Plutón, no me ayuda a encontrar una salida.
Además, La Luna oposita a Mercurio y Saturno, y cuadra con Plutón. Quirón está a su lado. Esto ya nos indica un evento dificil de sostener a nivel de maternidad.
Sigamos con la carta del padre:
Habrá que fijarse en la casa 5, casa que nos habla de los hijos. La abre Aries, y su regente Marte, se va a la casa 8, casa de la muerte, y con mala calidad planetaria, ya que está en Cáncer. La oposición de Marte a Neptuno tampoco ayuda a librase de la idea de la pérdida futura de un hijo. La carta del padre también refleja la pérdida de un hermano, con ese Saturno en casa 3 y Mercurio-Plutón en 12, algo que en su caso ya se cumplió, por lo que parece que en esta familia, una de las asignaturas en común es, perder algún hermano.
En la carta del padre Quirón está en Leo, signo de la paternidad. En la del bebé, en cúspide de casa 4, casa de la familia.
Con todos estos indicadores un astrólogo debe manejar este asunto con tacto. El aviso está en las cartas, pero también la comprensión de que esto está señalado y hay que pasarlo. Una cosa es ser pájaro de mal agüero y condicionar negativamente la vida de las personas, y otra diferente, con todos los datos y evidencias que la astrología nos da, ayudar en el camino con comprensión y tacto.
Y la pregunta siempre en el aire..¿estamos bajo el puro determinismo o tenemos libre albedrío? Nos podemos librar de lo que anuncian los astros, que son como magnetos astrales de eventos dentro de esta matrix-realidad en que vivimos.
Dificil, pero no imposible. En este caso, el tiempo lo dirá, como siempre.