El caso que presento a continuación es real, y corresponde a lo que le ha sucedido recientemente a una persona de mi entorno cercano, mi propio padre, hombre Acuario, nacido el 10 de febrero de 1943.
En el mes de enero, me puse a curiosear su revolución solar por adelantado. En la revolución solar de 2016, para Barcelona, se observa como el Sol está ubicado en la casa 8, casa que entre otras cosas, habla de la muerte, recibiendo una inquietante cuadratura de Marte en el signo de Escorpio. En la misma revolución, Saturno en la cúspide de la casa 6, casa de la salud, y Plutón opuesto al ascendente tampoco invitan precisamente al optimismo.
Viendo esta revolución, comencé a buscar más indicios de peligro para su salud. En ese momento fui a mi propia revolución solar, en la que mi Sol, que representa, entre otras cosas, a mi propio padre, también se ubicaba en la casa 8. ¿Coincidencia? Si era una coincidencia, era demasiado para no tenerla en cuenta.
Fui un paso más allá, y en la carta natal de mi padre, el Sol se halla ubicado en el grado 21 de Acuario, haciendo una cuadratura a Urano (en el grado 0 de Géminis). Es sabido que Acuario puede tener problemas circulatorios o de corazón (por reflejo de su opuesto Leo), que se acentúan si se cuadra a su propio dispositor Urano, como en este caso.
Este 2016, mi padre cumplía 73 años. Si utilizaba la técnica de progresiones, progresando el Sol 73 grados, se ubicaba exactamente en la cúspide de la casa 8 natal, cuadrado al Plutón natal. Otro claro indicador en contra.
Demasiados indicios ya para dejarlo correr.
Así que opté por utilizar la técnica de recolocar su revolución solar, es decir, busqué sitios relativamente cercanos donde mi padre podría pasar su cumpleaños y las posiciones astrales fuesen más benignas. Observé que si cumplía años en Lisboa, el Sol se ubicaba en la cúspide de la casa 9, y Saturno se internaba muy adentro de la casa 6. De esta forma, lograba evitar la posición del Sol en la casa 8 y la potencia de Saturno en la casa 6 disminuía, al no estar en la cúspide de dicha casa, que rige la salud.
Mi padre, medio en serio medio en broma, me hizo caso, sobretodo convencido por mi insistencia, y pasó su cumpleaños en Lisboa.
El 1 de marzo de 2016 fue ingresado en el Hospital de San Pablo de Barcelona, después de sufrir un infarto de miocardio, sin previo aviso, ya que nunca había tenido problemas de salud, y menos de corazón. Los transitos para ese dia sobre su carta natal son muy reveladores. El Sol está en conjunción a Neptuno en la cuspide de la casa 6 natal, ambos cuadrados a Saturno y Urano natales.
Por otra parte, Marte en transito esta cuadrado a su Sol natal y opuesto a Urano natal.
El diagnostico médico era muy pesimista, ya que tenía las dos arterias principales del corazón casi completamente obturadas, y los médicos se sorprendieron de la suerte que tuvo, ya que el infarto se produjo al final de una pequeña arteria secundaria. Después de una semana ingresado en la que le instalaron cuatro stends en las arterias obturadas, salió del hospital como nuevo, sin haber sufrido daños en el corazón y convencido de que se había librado por muy poco de la muerte. ¿Qué hubiera pasado si hubiese pasado su cumpleaños en Barcelona? Nunca lo sabremos. Lo que si sabemos es que optó por recolocar su revolución solar, y después de un gran susto, sigue aqui con nosotros.
Ahora, cuando comento sobre astrología en las reuniones familiares, me escucha con especial atención (y yo sonrío al escribir este articulo).
