La idea que tiene nuestra sociedad del amor romántico y del matrimonio se ha transformado en un totum revolutum. Se supone que en nuestra sociedad debemos enamorarnos de alguien y consumar el amor en el matrimonio, tras lo cual, el resto de la vida la pasaremos en una nube de rosada beatitud, algo que cuesta de creer.
Posiblemente nuestra idea del amor este incompleta, y hemos confundido el amor personal con el interpersonal, y éstos a su vez con el transpersonal.
Richard Idemon nos explicó que los antiguos griegos se referían al amor de diversas maneras, y utilizaban palabras diferentes para cada categoría: Replica Handbags
- En primer lugar, utilizaban el término epithemia, que podríamos traducir como “excitación sexual”, un instinto que nos impulsa a tocarnos y acariciarnos, y que se expresa a nivel corporal como una tensión interior que hay que aliviar de forma urgente. A la epithemia se la aceptaba como algo natural, sin juzgarla, y no iba asociada a ninguna dimensión moral.
Los griegos decían que el cuerpo tiene sus necesidades, impulsos y deseos que deben ser respetados. Este tipo de amor, podemos relacionarlo de forma arquetípica con el signo de Tauro, un signo fundamentalmente sexual, carnal, el signo de la sensualidad indiscriminada.
- En segundo lugar, utilizaban el término philia, un tipo de amor solar, basado en la consciencia. Philia significa basicamente amistad, y Leo seguramente tiene mayor relación con la amistad que Acuario. Leo tiene que ver con la philia porque el amor de Leo implica encontrar a alguien especial, a esa persona que le colma a uno el corazón de amor. En Grecia, el amado o eromenos, servía de inspiración al eratos o amante. Igual que Beatriz inspiró a Dante para que escribiera su obra maestra, aunque él sólo la hubiera visto dos veces en su vida. No importa que entre Dante y Beatriz no haya existido jamás una relación compartida: ella tenía la capacidad de encender el fuego de él, y por ende, su creatividad.
La philia es un amor fogoso, creativo. Es usual que los escritores, poetas y músicos dediquen su trabajo a un ser amado, como si ese amor fuese la inspiración que libera su creatividad y les permite un florecimiento que los convierte plenamente en sí mismos.
Es probable que para encontrar el héroe o la heroína interior uno tenga que enamorarse antes de un héroe o heroína exterior.
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En tercer lugar, utilizaban la palabra eros. Pensamos qque la palabra “erótico” significa “sexual”, pero es más que eso. Se asocia con Escorpio y Plutón, con el carácter acuoso del amor, de un amor que lleva implícito el sufrimiento. Es el deseo de fundir nuestra alma con la de otra persona. En una dimensión arquetípica, a la epithemia de Tauro le interesa específicamente la unión de los cuerpos. El eros de Escorpio, sin embargo, quiere la unión de las almas y de las psiques, y a eso se debe que sea tan doloroso. Confundimos a veces el eros con la epithemia. El eros puede surgir entre un maestro y su estudiante, o entre un terapeuta y su cliente, y como no sabemos distinguir, podemos pensar que lo que sentimos por la otra persona es lascivia, y creemos que nos
El eros implica que el amor y el dolor van juntos; en el contacto erótico hay un matiz de sufrimiento, porque ese momento de éxtasis, ese instante de unión psíquica, no puede eternizarse. Por eso los franceses llaman al orgasmo “la petite mort”, la pequeña muerte, y quién no conoce el estado de depresión postcoito?
Quisiéramos encontrar mediante el eros la clase de amor que nos permitiese vivir con otra persona en el éxtasis perpetuo, pero ello no es posible, y ahí entra el sufrimiento.
- En cuarto y último lugar, se supone que además de los tres anteriores tipos de amor, tú y tu pareja debeis compartir el ágape, una clase de amor tierno, divino y desapegado. Aplicarlo al matrimonio es algo realmente difícil: tener una relación abierta, en que tu pareja debe amarte lo suficiente para dejarte tener relaciones (no me refiero a sexo) con otras personas, y arregárselas para no sentir celos. Parece que esto es pedírle demasiado a una única relación, ya que mucha gente siente que si su pareja no siente celos, no la quiere (cambiaría esta palabra por “desea”) lo suficiente.
El ágape podemos asociarlo a Acuario y su regente, Urano. Para los griegos, ágape significaba literalmente “el amor de dios por el hombre”. Aqui se asume el sentimiento de amar lo suficiente a otra persona para dejar que sea quien es, el amor que siente el que promueve el despertar del que despierta. A su manera, puede ser tan doloroso como el amor erótico, porque, al desintegrarte, hace que tomes consciencia de verdades referentes a tí mismo de las que no habías tenido ni el menor atisbo. El ágape es una forma de amor que dice “Te amo más cuando eres quien eres, incluso aunque eso signifique que debas dejarme”. El eros no podría soportar esta situación, y por eso el ágape está un paso más allá.
