El Bhagavad Gita es una obra sublime de la antigua India,
un poema dividido en dieciocho capítulos que trata de los temas realmente importantes para todo buscador de la trascendencia. A través del diálogo entre Krishna y Arjuna se van planteando las preguntas fundamentales para todo ser humano: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Cómo vivir en un nivel superior de mi mismo?
Es muy interesante observar cómo en el diálogo entre Krishna (el espiritu) y Arjuna (el discípulo que busca la trascendencia) hay algunas referencias interesantes que apoyan el saber astrológico.
En el Capítulo XVIII, titulado «De la renunciación como medio para alcanzar la liberación final», en su versículo 47, Krishna indica a Arjuna lo siguiente: «Es preferible llenar el propio deber aunque desprovisto de mérito, que el deber ajeno bien desempeñado. Cumpliendo el Karma impuesto por su propia naturaleza, el hombre no incurre en pecado.»
¿Que significan estas palabras? En astrología aprendemos que cada ser humano nace con una carta natal diferente a los demás, que le dota de una serie de fortalezas y debilidades, de una personalidad peculiar con una visión del mundo y unas creencias determinadas. Es importante darse cuenta de que el Sol en astrología simboliza el espíritu, el astro que responde a la pregunta más importante: ¿Qué he venido a hacer? Si uno niega el camino indicado por su Sol, se niega a sí mismo, e incumple las palabras del Señor/Espíritu/Krishna, sobre el camino particular que uno ha elegido para sí mismo en la presente vida.
Así, la astrología, a través de la carta natal, nos muestra rápidamente cuál es nuestra tarea kármica para esta vida, nuestro trabajo de Hércules, independientemente de que todos nosotros debamos buscar la fuente de la cuál venimos, algo que Krishna le enseña a Arjuna cómo hacer, a lo largo del texto.
Ejemplificando, si he nacido con el Sol en la casa 7 o en Libra, y me niego a vivir la experiencia de la pareja o del matrimonio, me estoy negando a mí mismo el camino que me marqué al nacer, y por tanto, generandome más deudas y obligaciones futuras.
Si nazco con el Sol en la casa 4 o en Cáncer y dejo de lado a mi familia, mis raíces, etc. está ocurriendo lo mismo que en el ejemplo anterior.
Mucha gente no sabe cuál es la misión que tiene su Sol y se pasa la vida persiguiendo quimeras o falsas ilusiones, pero en realidad lo que hacen, es negarse a sí mismos, y en el fondo de su ser, lo saben.
Cuanto antes sepamos cuál es nuestra misión, antes viviremos de una forma mucho más armónica y natural para nuestra personalidad.
Más adelante, en el mismo Capítulo XVIII, versículo 61, Krishna indica a Arjuna: «En el corazón de todos los seres vivientes, Arjuna, reside el Señor, quien por la eficacia de su mágico poder ilusorio, los fuerza a ejecutar su revolución, como si estuviesen montados en una rueda de alfarero. Dirígete a Él con todo tu ser en busca de refugio, y por su gracia obtendrás la paz suprema y la mansión perdurable».
En este versículo Krishna se refiere a las leyes que rigen este plano físico, el aspecto «naturaleza» emanado de Dios, por el que las almas vienen una y otra vez a a aprender lecciones que tan sólo en este plano pueden ser aprendidas. El poder ilusorio, denominado «maya» por los hindues es el responsable de que el hombre olvide de donde viene cuando toma de nuevo un cuerpo físico, y es tambien el responsable de la consciencia de separatividad en la que vive el alma apresada en la personalidad, la cual acaba de nacer junto con el nacimiento físico, y es dicha personalidad lo que estudiamos en astrología (lo que los budistas llaman «agregados»), para después trascenderla y dirigirnos al centro de nosotros mismos, donde se encuentran todas las respuestas a los problemas que plantea la vida física (ver artículo «El camino es la Unidad» http://www.hectordelatorreastrologo.com/astrologo/el-camino-es-la-unidad/52/).
Y la imagen de la rueda del alfarero que Krishna utiliza para referirse a los ciclos cósmicos no puede ser más apropiada; ¿que és sino el mandala llamado carta astral? Un circulo, una rueda donde se representa el movimiento de los astros y los sucesivos ciclos por los que se pasa durante la vida. Los planetas ejecutan «revoluciones» en el cielo, es decir, vueltas completas a la esfera celeste, afectando con su influencia a diversos sectores de nuestra carta natal, según van girando por ella o «revolucionando».
